lunes, 29 de marzo de 2010

LA TUTELA.-

El diccionario define a este término en primer lugar como la autoridad que, en defecto de la paterna o materna, se confiere para cuidar de la persona y los bienes de aquel que, por minoría de edad o por otra causa, no tiene completa capacidad civil.

Traemos esta palabra y el concepto que encierra a colación porque sentimos en el ambiente nacional esta situación cada vez mas acentuada. La pretendida tutela, viene claramente del gobierno a través de un mensaje repetitivo que busca taladrar la libertad individual del ciudadano.

Si en un momento dado esta repetición incesante de mensajes cargados de odio llega a calar en el alma nacional, nos estaremos despidiendo para siempre de la paz. Una paz de la que siempre nos hemos preciado como nación, pero que cada vez la vemos alejarse de la existencia diaria, ya que es innegable que nuestra sociedad vive una conmoción permanente.

La tutela, como vemos, se produce cuando no hay capacidad legal de conducirse por si mismo. Nos preguntamos si el régimen considera al conjunto de la población como incapaz de ejercer su libertad y por eso, bajo la franquicia chavista, nos "tutela".

La libertad nace de la conciencia de sabernos humanos y por tanto inquebrantablemente dignos. El problema es que esa dignidad está siendo atacada con un mensaje engañoso en donde el insulto oficial roe la dignidad del pueblo y trastoca su libertad.

Reaccionemos positivamente encontrando en la madurez individual de nuestra humanidad la posibilidad de proyectar comunitariamente un mensaje escencialmente pacífico y naturalmente libre.
Un mensaje para los actuales gobernantes en donde se les diga claramente que no queremos odio sino paz. Demostrando de esta forma, con hechos, que somos un pueblo maduro que no necesita tutelaje sino una conducción que nos asegure verdadera libertad.