jueves, 7 de octubre de 2010

Ocho días.-

Ocho días desde que se callaron los tiros para dejar oír los llantos. Ya pasó la guerra, vinieron los funerales.

Ocho días y el país no entiende el concepto de “dignidad” del jefe de Estado. Para el actual Presidente fue indispensable “lavar” el torpe ultraje que sufrió. La “lavada” presidencial "tendió" ocho muertos y doscientos setenta y cuatro heridos.

Ocho días en que se da a conocer que han subido el sueldo a la fuerza pública con un retroactivo de diez meses… eso huele al “bono de la insurrección” o la anti insurrección. El incremento comprará algo de calma y tiempo, y queda claro, esta vez para la fuerza pública, como a otros sectores del país que, para el Gobierno actual el lenguaje preferido es el de la fuerza: sumamente triste, particularmente peligroso.

Ocho días de que evidenciamos el durísimo testimonio de cuan torpe puede ser nuestra política. Revelación sin ascos de un protagonista temerario que cree que la institucionalidad de la nación está concentrada en él. Revelación de oportunistas que se desnudaron como anti democráticos y buscaban, sin motivos, una sucesión presidencial.
Por otra parte, el Presidente se delata con sus palabras, las transcribimos y comentamos:

"No sentí miedo, sino indignación y tristeza", dijo el Presidente el miércoles 6 de octubre, sobre los sentimientos que experimentó el pasado jueves 30 de septiembre.
Nos preguntamos, cómo una misma persona puede, al mismo tiempo sentir enojo, ira, enfado vehemente; y, al mismo tiempo, estar afligido y apesadumbrado.
¡Todo un caso para analizar!
Sigamos:

"No pensé que iba a salir vivo de allí, pensé mucho en mi familia, es lo que más me importa", añadió el Presidente.
Nos preguntamos si estos sentimientos primaban en el actual jefe de Estado en medio de coordinar su propio rescate contemplando que fuese a sangre y fuego, firmar decretos, despachar con ministros y asambleístas, atender llamadas, incluso del extranjero; y, ser atendido con suero, recibir duraznos y café.

Ocho días para preguntarnos, ¿dónde está la prueba de las exigencias que habrían hecho los policías al retener al Presidente, para que efectivamente lo sucedido se encasille en el concepto de “secuestro”?
Ocho días para preguntarnos ¿dónde estuvo el apoyo de nadie, en ninguna parte, para pensar que hubo un intento de golpe de Estado?

Ocho días para saber ahora que pocos días antes del “30S”, el Ministro del Interior dijo, en un acto del GOE, que con la nueva ley no afectaría a la policía y que, mas bien se la mejoraría.
En la noche de ese mismo día, la asambleísta Buenaño de AP anunciaba la eliminación de beneficios de la fuerza pública.

Ocho días para que no se olvide la imposición de censura con la indefinida cadena de radio y TV. Que no se olviden las arengas que de varios ministros llamando al pueblo a salir a las calles y plazas del país, a, supuestamente, “rescatar” al Presidente.

Ocho días para ver qué fiscal toma declaraciones a la directora de la Radio Pública del Ecuador, por haber inducido al pueblo a la “toma” del Hospital de la Policía.
En el Regimiento Quito estaban 1.500 gendarmes enardecidos, dispuestos a todo, incluso a una tontería, como revelan las grabaciones de la central de radiopatrulla.

Ocho días para darnos cuenta que nuestra vocación institucional es tremendamente frágil y que la vida lo es mucho más. Que la política debe estar para servir a la gente y no servirse de ella para alentar acciones ajenas al bien común.
Ocho días para darnos cuenta que el principal producto palpable de la "revolución" es haber trascocado la paz social merced a acciones irresponsables protagonizadas por el mas alto magistrado de la Nación.
Por el eterno descanso de las almas de los caidos por el absurdo, el odio y el ego.

jueves, 22 de julio de 2010

Coctel de momias.-

La renuncia del embajador Francisco Proaño a su alta representación en la OEA nos muestra que aun hay profesionalismo y dignidad en la diplomacia ecuatoriana. El Embajador decidió no quebrantar los reglamentos propios de la OEA y por ende no representar mal a su país.

Proaño se juega el resto de su vida profesional con un acto no político, en tanto que algunos funcionarios de carrera desde el Palacio de Najas apoyan cualquier tontería.

El asunto de fondo no es el embajador Proaño y sus actos, sino que se revela un manejo de la política internacional en donde sobresalen las malas y dudosas amistades de las que el gobierno actual insiste en rodearse cada vez más cercanamente y de las que el presidente y sus amigos parece que desean ser voceros.

Con lo acontecido, el embajador Proaño, sacrificio personal de por medio, da un duro mensaje al Ecuador sobre que la razón política de un administrador temporal del Estado no es motivo para quebrantar la institucionalidad internacional a la que tanto suscribe.

De hecho en la Asamblea de Montecristi se promovió el concepto de la “ciudadanía universal”, la que suponemos debe ejercerse con la gravedad de tener deberes con la comunidad internacional y no solo ese fandango de derechos que en irresponsable popurrí se metió a troche y moche en la Constitución sin saber jurídicamente lo que se hacía.

El problema crónico del país es que los actores políticos rompen la institucionalidad que marca el estado de derecho. No hay regla que frene el ímpetu personal o político del administrador de turno y su “corte” y de dejar su "huella", o marcar su "estilo", cuando en democracia lo único a lo que se debe obediencia y respeto es al régimen instituido.

En el gobierno actual la ruptura de la que hablamos se ha evidenciado con prepotentes actos de de los administradores de turno. Con ellos se han impuesto muchas cosas: contratos, leyes, una constitución.

Con lo acontecido en la OEA se deja en evidencia que la voluntad política del gobierno actual es ejecutar la política exterior del gobernante de un tercer país, rompiendo la institucionalidad internacional, evidenciando sumisión al proyecto político de Chávez, cero soberanía, cero honor nacional.

Me quedo con las “momias cocteleras”: educados, con mundo, preparados, orgullosos de ejercer la representación de su país, medios hipócritas a veces, pero buenos ecuatorianos al fin.

Indigesto es el “cóctel de momia” que brinda el actual gobierno obligando a la nación a beber de un solo sorbo un brebaje de incoherencias y carga política importada que rompe principios que dicen defender.

lunes, 29 de marzo de 2010

LA TUTELA.-

El diccionario define a este término en primer lugar como la autoridad que, en defecto de la paterna o materna, se confiere para cuidar de la persona y los bienes de aquel que, por minoría de edad o por otra causa, no tiene completa capacidad civil.

Traemos esta palabra y el concepto que encierra a colación porque sentimos en el ambiente nacional esta situación cada vez mas acentuada. La pretendida tutela, viene claramente del gobierno a través de un mensaje repetitivo que busca taladrar la libertad individual del ciudadano.

Si en un momento dado esta repetición incesante de mensajes cargados de odio llega a calar en el alma nacional, nos estaremos despidiendo para siempre de la paz. Una paz de la que siempre nos hemos preciado como nación, pero que cada vez la vemos alejarse de la existencia diaria, ya que es innegable que nuestra sociedad vive una conmoción permanente.

La tutela, como vemos, se produce cuando no hay capacidad legal de conducirse por si mismo. Nos preguntamos si el régimen considera al conjunto de la población como incapaz de ejercer su libertad y por eso, bajo la franquicia chavista, nos "tutela".

La libertad nace de la conciencia de sabernos humanos y por tanto inquebrantablemente dignos. El problema es que esa dignidad está siendo atacada con un mensaje engañoso en donde el insulto oficial roe la dignidad del pueblo y trastoca su libertad.

Reaccionemos positivamente encontrando en la madurez individual de nuestra humanidad la posibilidad de proyectar comunitariamente un mensaje escencialmente pacífico y naturalmente libre.
Un mensaje para los actuales gobernantes en donde se les diga claramente que no queremos odio sino paz. Demostrando de esta forma, con hechos, que somos un pueblo maduro que no necesita tutelaje sino una conducción que nos asegure verdadera libertad.

viernes, 26 de marzo de 2010

Rendición de cuentas.-

La “rendición de cuentas”, como denomina el Gobierno a sus frecuentes intervenciones mediáticas, es propaganda. Las cadenas no aparecen como “rendición de cuentas”, sino que, por sus constantes imprecisiones y contradicciones, parece una “transmisión de cuentos”.

En el mensaje de sus intervenciones el gobierno insiste en asuntos que consideran conveniente difundir en el momento político adecuado. Incluso atacando a ciudadanos a los que considera enemigos del régimen.

O sea no para la campaña.

Sin embargo, las acciones más publicitadas por los propios gobernantes, han terminado siendo el centro de gruesos papelones revolucionarios.

En medio de las cinco campañas electorales, entre 2007 y 2009, el gobierno, lanzó varios proyectos de trascendencia. El solo anuncio de ellos dejó asombrado a más de un ciudadano y expectantes a muchos otros.

Por ejemplo, Coca Codo Sinclair: proyecto con estudios desactualizados. En 2007 el Gobierno no tenía idea cómo ejecutarlo, sin embargo ya hubo primera piedra.

Por qué en una rendición de cuentas, tres años mas tarde, no se nos dice lo que pasó: ni argentinos, ni chinos concretaron nada. Los chés no tuvieron plata y los chinos la ponen en unas condiciones muy poco “solidarias”.

Por qué no rinden cuentas sobre que el proyecto sigue en nada y que el Presidente cosechó réditos políticos poniendo la primera piedra dos veces.

Coincidentemente cada “operación primera piedra” se dio, como queda dicho, en medio de una campaña electoral.

Por qué no rinden cuentas sobre lo sucedido en 2008 en la campaña por el “si” con el lanzamiento de la refinería “El Aromo” en Manabí: primera piedra y show. No hay estudios, la refinería cuesta una millonada y no hay petróleo ecuatoriano para abastecerla, además de que a los venezolanos se les está acabando su enorme caja de dinero merced a los múltiples desaciertos de su gobierno.

Esto solo un par de ejemplos comentados.

Falta que haya rendición de cuentas sobre el tema del super hermano y su elevada cantidad de contratos.

Falta que haya rendición de cuentas sobre la hermana presidencial y los casinos.

Falta que haya rendición de cuentas del tren eléctrico transandino.

En fin…

La rendición de cuentas es hacer saber a la sociedad lo que le interesa y le afecta en su conjunto, no lo que el aparto de propaganda manda a publicitar a través de su mejor actor: el Presidente.

jueves, 11 de marzo de 2010

Panorama

- El gobierno de Estados Unidos es malo e imperialista solo hasta cuando a los gringuitos se les ocurre felicitar al gobierno por el supuesto buen manejo de la pesca incidental de tiburones. Ahora los americanos son buenitos, palabra de última, definitiva e inapelable instancia; hasta hace cuarto de hora eran malos y otros calificativos propios del tercermundismo mental.

A partir de la expedición del decreto 486 en julio de 2007 el tiburón se ha convertido en parte de la dieta común de buen número de ecuatorianos… súper bien protegida la especie…



- La diferencia entre lo legal y lo justo se evidencia en el caso de la mujer arrollada y muerta por el carro del Ministerio Fiscal. En los papeles se dice una cosa, en tanto que varios testimonios insisten que quien conducía era la esposa del fiscal general. Las presiones del poder logran que forje una "realidad de papel" cuando la fiscal de tránsito de Pichincha no usa como prueba los videos del sistema “ojos de águila”.



- La verdad (en papeles) del gobierno cubano diciendo que jamás ha causado la muerte de un prisionero de conciencia es algo gracioso.
La ley cubana (mandada a hacer a la medida de las necesidades de la dictadura comunista) dice que pensar diferente al gobierno es delito. Sin embargo la verdad histórica no pasa por alto que no hay solo un muerto y que hay muchas tragedias humanas causadas por el oxidado empeño extremista del comunismo cubano.
Quedó en evidencia la izquierda trasnochada de Latinoamérica con su ofensivo silencio sobre este crimen, fingiendo que no pasa nada.



- La “nueva OEA” sin EEUU ni Canadá es una negación de la realidad. Tan es así que la organización se lanza con proclamas a favor de los derechos humanos y al mismo tiempo el mundo conocía de la muerte de Orlando Zapata, un preso de conciencia que el gobierno de Cuba presenta como delincuente común.

También es negar nuestra realidad local ya que la conexión ecuatoriana con América del Norte es innegable desde hace varias décadas, luego separarnos de ellos por mera política es faltar a nuestra propia vivencia económica e incluso cultural.



- Veinte meses después de la incautación de los bienes de los ex dueños de Filanbanco, el gobierno sigue usufructuando de algunos de ellos en medio de la promesa incumplida del Presidente de que máximo en enero o febrero de 2009 se re-privatizarían al menos los canales de TV. Hasta ahora no ha sucedido tal cosa y mas bien el gobierno usa profusamente los canales como instrumentos de propaganda política.


- Finalmente, al cabo de tres años de gobierno de socialismo del siglo 21 vemos que los efectos de un invierno fuerte siguen siendo tan graves como siempre.
Nos preguntamos dónde está la inmensa cantidad de dinero que, según la propaganda del gobierno, han invertido para cambiar la realidad de la costa…

La única realidad que ha cambiado es la de la paz del país, ahora perturbada con un discurso oficial insultante, amenazante, impreciso y con muchas promesas incumplidas.